Algo que llama la atención de muchos visitantes de San Pedro de Atacama es la cantidad de perros «callejeros» que pululan por el pueblo. Si usted planea visitar este pequeño poblado turístico en medio del Desierto de Atacama puede interesarle esto que vamos a contarle, que es parte de la realidad cotidiana San Pedrina, al punto de haber sido apodado San Perro de Atacama en múltiples ocasiones.
Otra cosa que llama la atención de los visitantes es el buen estado de salud y alimentación de estos perros, y eso se debe a que en San Pedro hay una «cultura canina». Ellos tienen su propia sociedad funcionando superpuesta y entre la nuestra. He visto perros que son amigos, pero amiiiiigos. Para todos lados juntos. Así también hay perros que no se pueden ver y ya a dos cuadras de distancia se están gruñendo.
Conocí varios perros que tenían varios «dueños»… dudo que ellos lo vieran así, si no mas bien como varios amigos-proveedores, pero como este articulo lo estoy escribiendo para humamos y no para perros, lo dejaremos en Dueños. Hospedan unos días con uno de ellos y los acompañan durante sus andadas, se alimentan bien, juegan y luego se encuentran con otro de su dueños y hacen lo mismo pero en otro lado…
Uno de mis amigos perros fue el Lucky, o así por lo menos lo conocí yo. También se le conoce como Nerón y Romeo y muy probablemente tiene otros aliases. La mamá de Lucky es de Don Vilca. Un caballero originario de San Pedro, de la etnia Lickan Antai que tiene una botillería en Caracoles. A través de él supe que el primer nombre del Lucky era Nerón… pero me gusta más Lucky. Ahí también entendí la indiferencia de mi amigo perro cuando pasaba una perra en celo cerca y él como si lloviera… al Lucky lo habían descocado, pobre.
El asunto es que si el Lucky veía a mi novia o a mi a la distancia ( o nosotros lo llamabamos), el corría con una emoción y entusiasmo que te llenaba de alegría. Era como encontrar un viejo y queridísimo amigo. Por ahí nos acompañaba algunos días y luego desaparecía y nos enterábamos que andaba con otro de sus Dueños.
A veces llegó a rascar la puerta de mi casa a pasar la noche y luego al día siguiente nos acompañaba hasta el centro y luego chao… supongo que lo pilló la noche y reconoció el barrio. No sé, me gusta mucho esa sensación de libertad que refleja Lucky. Me gusta poder reconocer en él la expresión de amistad. Lo cual me permite suponer que no es un concepto exclusivo del humano, sino por lo menos de los mamíferos, de la manada.
Esta cercanía con los perros de San Pedro de Atacama me dio la oportunidad de observar como se desenvuelven entre ellos (casi ingnorándonos totalmente, comos si fuéramos parte del paisaje) y reconocer en ellos muchas actitudes que veo en mi y en los humanos que me rodean. Mi creencia es que si logramos entender qué parte de nosotros es lo «Animal», eso que tenemos en común con el Lucky, vamos a tener mas claro que es lo que viene «Por Defecto » en nosotros como animales y que es lo que nos hace únicos como Humanos.
Si pueden, en su visita adopten un amigo perro. Muchos creen que solo buscan comida, pero la verdad que son mucho mas dependientes del cariño que de la comida, denle de ambos.
Con respecto a Lucky, ahora está en San Antonio, se lo llevó un Amigo que lo quería mucho y está muy bien cuidado, alimentado y querido.
Dejamos un video de un amigo viajero que compartió esta visión con nosotros. A ver si después cuando visiten San Pedro de Atacama, ya van a conocer algo de la Fauna local…
